Fuerza Gus

domingo, 24 de agosto de 2008

Mole es un refresco en mi vida y con Soda cumplí todos mis sueños

"Mole es un refresco" dice Charly Alberti, y viniendo de un músico que degustó las burbujas de Soda Stereo suena mucho más que a un juego de palabras. Mole, la nueva agrupación del baterista, se presento ayer, a las 21.30, en el teatro Lavardén

para mostrar toda la energía de un grupo que recién arranca.


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    Aunque con la particularidad de contar con un músico que batió parches en centenares de escenarios de la Argentina y del mundo.

    Charly habla de Soda como quien cita a un amigo entrañable. No siente nostalgia por los momentos vividos junto a Gustavo Cerati y Zeta Bosio. Ni de la época de los raros peinados nuevos de los 80 ni de la megareunión de 2007. Soda marcó su camino artístico pero su presente es Mole. Con más rock que pop, con un sueño refrescante. Y sin burbujas.

    —¿Qué representa Mole en este momento de tu carrera?


    —En principio es como un refresco, es como todo proceso de comenzar de nuevo, porque si bien hay ciertas cosas que se achican en tiempo por ser quien soy, la carrera de la banda hay que hacerla desde cero. Y justamente eso es parte del placer, lo bueno que tiene recorrer de nuevo este camino.

    —¿Qué diferencia ves comparado con el proyecto Soda Stereo?


    —Como diferencia del proyecto Soda, o cualquier otro proyecto que haya hecho antes, es que es la primera vez que estoy trabajando con mi hermano, Andrés, diez años menor (ex Santos Inocentes). Entonces, desde ese punto de vista era una deuda pendiente que teníamos nosotros y que afortunadamente lo pudimos concretar.

    —¿La referencia de "empezar de cero y demoler todo", que aparece en el tema "Demoler" hace alusión a esta etapa de tu carrera o a una crisis amorosa?

    —Sí, en general los temas hablan de cosas cotidianas. Todas las letras en algún punto tienen que ver con uno. ¿Quién no sufrió por amor, quién no tuvo una desilusión, quién no tuvo que empezar de vuelta, quién no pensó que no podía vivir más y a los tres meses se dio cuenta que no era para tanto y, es más, que ahora está mejor que antes? (risas)

    —¿Qué rol tomaste en la composición de Mole?

    —Como habrás notado, en Mole optamos por la política de no divulgar a los compositores. El tema tiene que ver con unificar la imagen de la banda. Creo que los egos personales son el mayor problema que puede tener una banda de música, cualquiera sea el género. Fue una de las primeras cosas que me enseñó mi padre (en referencia al legendario baterista de jazz y música tropical Tito Alberti). Dentro de esas cosas sabias, que yo en ese momento no le daba ni pelota, me decía: "Tengan cuidado con los egos personales". Y fijate que las bandas se terminan peleando por ego. Entonces como política decidimos no decir quién hace qué.

    —De todos modos, la cara inevitable de la banda sos vos.

    —Mirá, por ejemplo en Soda Stereo, si bien Gustavo era la voz y el compositor, cada uno tenía un lugar muy importante. Si revisás la historia de la banda, ves que había una cantidad de tapas en la que estaba el trío. Y en el caso de Mole eso quiero llevarlo al extremo. Aunque soy el líder de la banda, dado mi experiencia y porque soy el generador del proyecto.

    —¿Aspirás que Mole sea tan popular como Soda?


    —Y, sí, ¿por qué no? Yo, siendo un chico de 18 años y junto a Gustavo y Zeta, cumplí el cien por ciento de los sueños. Con Mole tengo los mismos sueños, pero es otra música, otro momento, otra banda y otro futuro. Latinoamérica post Soda Stereo se convirtió en un mercado para los grupos de rock de la Argentina. Hoy no sería una locura ir a tocar a Londres con Mole, y cuando empezamos con Soda era un sueño imposible. Apunto a hacer arte con la música, a estar en sincronía con lo que pasa en el mundo y no a mirarse el ombligo como muchas bandas.

    Lejos de la nostalgia

    "No siento nostalgia por Soda, ni me molesta hablar del tema. La reunión de Soda fue sentida, del corazón", dijo Charly Alberti. "Soda demostró que la banda funciona como banda, sonaba de verdad, y pasaba algo con los tres, no eramos tres individualidades. La gira de Soda fue única, inigualable y la pasamos espectacularmente bien, pero había ciertas cosas que ya eran propias de una megabanda", destacó. "Soda fue una banda de ensueño", remató Alberti.

    Fuente: lacapital.com.ar


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